LOS PRINCIPALES IMPULSORES DE LA PÉRDIDA DE LA BIODIVERSIDAD

BIODIVERSIDAD

  1. Cambios en el uso de la tierra y el mar

Actualmente los humanos extraen más recursos y producen más desperdicios que nunca. Se han perdido 100 millones de hectáreas de bosque tropical: en América Latina, generado por la ganadería y en Asia Oriental debido al cultivo palma aceitera. El 25% de los gases de efecto invernadero proviene de la deforestación la producción de cultivos y la fertilización.

Los hábitats costeros, estuarios, manglares, y deltas fundamentales para la biota marina y las economías regionales han sido gravemente afectados por el desarrollo de las costas y la acuicultura en alta mar, y por la expansión urbana. El hielo se derrite en las regiones ártica y antártica. Asimismo, las áreas urbanas se han duplicado desde 1992, abriéndose paso a costa de la biodiversidad.

  1. Explotación directa de organismos

La población humana ha incrementado de 3700 millones a 7600 millones de personas desde 1970.  Anualmente se explotan 60.000 millones de toneladas de recursos renovables y no renovables para cubrir necesidades del desarrollo humano. Las especies nativas han disminuido en un 20% sus poblaciones desde 1900. Al menos 680 especies de vertebrados fueron llevadas a la extinción desde el siglo XV, entre ellas la Tortuga Gigante de Galápagos. Más del 9% de todas las razas domesticadas de mamíferos utilizados para la alimentación y la agricultura se extinguieron y al menos 1000 razas más, están  amenazadas

La sobre explotación de peces, mariscos y otros organismos en los ecosistemas marinos, ha tenido el mayor impacto en la biodiversidad en los últimos 50 años. Una proporción cada vez mayor de las poblaciones de peces marinos está sobre explotada, un 33%, mientras que un 60% está casi al punto de ser insostenible.

  1. Cambio climático

El cambio climático es un impulsor directo de la disminución de la biodiversidad. La frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, incendios, inundaciones y sequías han aumentado en los últimos 50 años, mientras que el nivel medio del mar ha aumentado de 16 a 21 cm en las últimas dos décadas.

Estos cambios han modificado las distribuciones de especies, su fenología, dinámica de poblaciones, estructura de  comunidades y las funciones de los ecosistemas. La mitad de los arrecifes de coral se ha perdido desde 1870, debido al calentamiento de los océanos.

El 47% de los mamíferos terrestres amenazados, y el 23% de las aves en peligro de extinción han sido afectadas negativamente por el cambio climático. Muchas especies son incapaces de contrarrestar localmente el rápido ritmo del cambio climático, ya sea a través de procesos evolutivos o de comportamiento, ya que su existencia dependerá de la medida en la que puedan migrar para encontrar condiciones climáticas adecuadas.

  1. Contaminación

La contaminación es la causa principal de la pérdida de biodiversidad. La polución del aire, el agua y el suelo sigue en aumentando. Las micropartículas plásticas y las nanopartículas están entrando en las redes alimenticias de manera poco conocida. Las aguas costeras contienen los niveles más altos de metales y contaminantes orgánicos persistentes de las descargas industriales y los  residuos agrícolas están  envenenando comunidades de peces enteras.

Además, los efectos severos del exceso de concentración de nutrientes en algunos mares generan daños a los peces y la biota del fondo marino. Almenos  267 especies han sido afectadas, incluyendo el 86% de las tortugas marinas, el 44% de las aves marinas y el 43% de los mamíferos marinos.

 

Entre  2009 y 2013, la huella de carbono causada por el turismo aumentó en un 40%  y  en general, el 8% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero provienen del transporte y el consumo de alimentos relacionados con el turismo.

  1. Especies exóticas invasoras

Finalmente, el aumento del transporte aéreo y marítimo, se han triplicado los viajes de países desarrollados y en desarrollo en particular, ha aumentado la contaminación e incrementando significativamente las especies exóticas invasoras. Las especies exóticas han incrementado  en un 40% desde 1980, asociados con el aumento del comercio y la dinámica y las tendencias de la población humana.

Casi una quinta parte de la superficie de la Tierra está en riesgo de invasiones de plantas y animales, afectando a las especies nativas, las funciones del ecosistema. La tasa de introducción de nuevas especies exóticas invasoras parece más alta que nunca y sin signos de desaceleración.

Cómo transformar nuestra interacción con la naturaleza

Según el informe de las naciones Unidas, esta tendencia se puede frenar, pero sólo “con cambios transformadores” en todos los aspectos de nuestras interacciones con la naturaleza.

 

En agricultura, promover buenas prácticas agrícolas, agroecológicas. Una gestión más integrada del paisaje y las cuencas hidrográficas; conservación de la diversidad de genes, variedades, cultivares, razas, y especies; transparencia del mercado, mejora de la distribución y localización, revitalizar economías locales, reducción del desperdicio de alimentos, disminución del consumo de químicos tóxico para la producción de alimentos.

En sistemas marinos, la ordenación del territorio; cuotas efectivas; áreas marinas protegidas; proteger y gestionar áreas clave de biodiversidad marina; reducir la contaminación de la escorrentía en los océanos y trabajar en estrecha colaboración con los productores y consumidores.

En los sistemas de agua dulce, gobernanza más inclusiva para la gestión colaborativa del agua y una mayor equidad. Una mejor integración de la gestión de los recursos hídricos y la planificación del paisaje a través de escalas. También, promover prácticas para reducir la erosión del suelo, la sedimentación y la escorrentía de la contaminación. Aumentar el almacenamiento de agua; promover inversiones en proyectos hídricos con criterios claros de sostenibilidad; así como abordar la fragmentación de muchas políticas de agua dulce.

En áreas urbanas, aumentar el acceso a  entornos y servicios urbanos saludables. Mejora del acceso a espacios verdes; producción y consumo sostenible,  conectividad ecológica dentro de espacios urbanos, particularmente con especies nativas.

Incluir  las cosmovisiones en la formulación de políticas y acciones, ya que muchos indígenas aún viven en armonía con la naturaleza tomando solo lo que necesitan. Esto incluye la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas y las comunidades locales en la gobernabilidad, la reforma y el desarrollo de estructuras de incentivos y asegurar que las consideraciones de biodiversidad se prioricen en toda la planificación sectorial clave.

 

La crisis provocada por el COVID-19 ha puesto de relieve la importancia de conservar y utilizar de manera sostenible los recursos naturales, reconociendo que la salud de las personas está vinculada a la salud de los ecosistemas.

El 2020 es un año crucial para la preservación y restauración de la Biodiversidad, el mundo se plantea un inicio a la década sobre restauración de ecosistemas 2021-2030. Una iniciativa para ampliar masivamente la conservación de ecosistemas degradados y destruidos como parte del combate a la crisis climática y los esfuerzos en favor de la seguridad alimentaria el suministro de agua y la diversidad.

“La humanidad estará acabada si no cambiamos drásticamente nuestros sistemas alimentarios tras la pandemia del nuevo coronavirus (COVID-19) y la crisis climática”. Jane Goodall.

Referencias

Barbara, S. 2020. América Latina y el Caribe precisan salvaguardar con urgencia la biodiversidad de sus bosques.

Zhang, J. 2019. Las cinco cosas que hemos hecho para poner a un millón de especies en peligro de extinción. Not. ONU.